miércoles, 5 de febrero de 2014

EL TEATRO DE SOMBRAS


Las sombras chinescas, precedente del teatro de sombras, parten de un juego popular basado en un efecto óptico teatralizado. Efecto que se consigue al interponer las manos u otros objetos entre una fuente de luz y una superficie clara (pantalla o pared), de manera que la posición y el movimiento de las manos proyecta sobre el improvisado escenario sombras que representan figuras estáticas o en movimiento. Constituyen una de las más antiguas artes del teatro de títeres y marionetas.

Descubiertas quizá por el hombre primitivo frente al fuego de su caverna como un símbolo religioso, el juego infantil de las sombras chinescas, como recurso dramático y espectáculo de origen mágico, desarrollaron en Oriente diferentes ejemplos de teatro de sombras, a partir de varios tipos de títeres de varilla, principalmente, y otras dramatizaciones con títeres de sombra y títeres de cuerda o marionetas, como el Wayang javanés, en Indonesia, y más tarde, en Europa, el Karagöz turco y su hermano griego Carayiosis.

Existe documentación de la larga tradición de las sombras chinescas en el sudeste de Asia, Indonesia, Malasia, Tailandia y Camboya, aunque su posible origen pudo ser indostánico. En China no aparecen antes del siglo VII; hay noticia de compañías de teatro de sombras durante la dinastía Tang (618 - 907), comenzando su expansión con la dinastía Song (960 - 1279). La universalización del título sombras chinescas quizá se deba a la "delicada belleza de las sombras pequinesas o del norte, y las cantonesas, o del sur".

En Europa, donde Marco Polo, y más tarde los misioneros jesuitas, ya habían traído noticia de las sombras chinescas, se hicieron muy populares a partir del siglo XVIII, arraigando especialmente en Francia gracias al éxito del teatro de sombras de Dominique Séraphin en la corte de Versalles.

 

Fuente visitada. Wikipedia.