LA TIERRA

Cuando el hombre rodeó por primera vez la luna, en las Navidades de 1.968, supimos que, desde la lejanía, nuestro planeta parece una piedra preciosa, incomparable con ningún otro cuerpo celeste. Pero una mirada desde el universo no basta para descubrir hasta qué punto la Tierra es verdaderamente fabulosa, ni hasta dónde llega su magia.

¿Quién puede imaginar que hay lagos como el de Balchas, que en un extremo contiene agua salada y en el otro agua dulce, ya que ambas corrientes quedan separadas en el medio por un banco de arena? ¿Quién sabe que África, aun siendo el continente más cálido de la Tierra, posee 13 kilómetros cuadrados de glaciares? Sólo Australia carece de glaciares, pero ¿acaso no los hay en Nueva Guinea y en Nueva Zelanda? Y ¿quién sabe que los 15 cm. de la capa superior de un gran sembrado de 100metros cuadrados contienen aproximadamente una tonelada de hongos, además de varias toneladas de bacterias?.