Nació en Múnich en el seno de una familia de clase media emergente y católica. Fue la segunda hija de Franziska Kronburger, una modista, y de Fritz Braun, un maestro de escuela. No destacó en el ámbito escolar, y más tarde estudió ballet y trabajó como asistente del fotógrafo personal de Hitler, Heinrich Hoffman. Hitler conoció en 1929 a Eva poco antes de la muerte de Geli Raubal en el estudio del fotógrafo y ella le conocía como el señor Wolf. Se sabe que los padres de Eva Braun se opusieron a la relación en un primer momento.
Según Traudl Junge, la secretaria de Hitler, Braun era una mujer rubia de baja estatura, que gustaba de vestir bien y de buena apariencia, de cuerpo atlético gracias a que gustaba de la natación, y los deportes en general, aunque no era la mujer aria idealizada que respondía a los cánones del nazismo.
Eva Braun poseía una personalidad simplista, sin malicia, cálida, afable y de carácter bromista, muy dado a perseguir ideales románticos, razón por la cual desarrolló un sentimiento de amor obsesivo al líder nazi; aunque se le describe de modales poco refinados y carente de cultura.
Su relación con Adolf Hitler empezó en 1930, cuando ella tenía alrededor de 18 años y él alrededor de 43. Algunas fuentes no confirmadas indican que Eva Braun le dio al menos un hijo a Hitler en 1938, y que al momento del suicidio ella estaba embarazada recientemente.
Lo desconocía.
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