miércoles, 10 de noviembre de 2010

DESCONFIADA

Los bancos no le merecían ninguna confianza a la famosa actriz Sarah Bernhardt. Por esa razón, cobraba siempre en monedas de oro; cuando las monedas de oro ya no le cabían en su desgastado maletín de piel, pasó a colocarlas en un cofre que guardaba debajo de su cama.


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