sábado, 31 de marzo de 2012

LOS PRIMEROS SELLOS POSTALES


El 14 de septiembre de 1839 el Ministerio del Tesoro de Gran Bretaña convocó un concurso para presentar propuestas para un sello postal adhesivo. Se presentaron 2.700 proyectos y finalmente se seleccionó el de Rowland Hill. Los sellos se emitieron el 6 de mayo de 1840, y este “penique negro” fue el primer sello postal adhesivo que circuló en el mundo. Se emitieron 68.158.080 ejemplares.
Después del "Penny Black", el cantón suizo de Zúrich fue el segundo emisor de estampillas, el 21 de marzo de 1843 emitió los célebres 4 y 6 rappen, y luego lo siguió Brasil, que el 1 de julio de 1843 emitió una serie de sellos llamados ojos de buey, por su parecido con los círculos metálicos de las ventanillas de los barcos, y en valores de 30, 60 y 90 reis. España lo hizo el 1 de enero de 1850.
Los primeros sellos, que ya venían en pliegos, se cortaban con tijeras, por lo que tenían los bordes rectos. Más adelante (1854) se añadió una serie de líneas con perforaciones, que permitían separarlos limpiamente, sin herramientas auxiliares, y apareció el dentado.

Todos los países fueron sucesivamente implantando la modalidad. En 1843 comenzaron a usarse en Suiza, y la primera nación americana que los empleo fue Brasil, en el mismo año. Le siguieron los Estados Unidos de América en 1847, y vienen después Chile en 1853; México y Uruguay en 1856; Perú un año más tarde; Argentina en 1858; Colombia y Venezuela en 1859; Nicaragua y Costa Rica en 1862; en 1865 son tres los países que lanzaron sus primeros timbres postales: la República Dominicana, Honduras y Ecuador; Bolivia los emitió en 1866; El Salvador en 1867; Paraguay en 1870; y un año después Guatemala; Panamá lanzo su primer sello en 1903, y Cuba, ya como nación independiente, en 1905. España emitió sus primeros sellos en 1850.

Las rarezas y curiosidades del mundo de los sellos son infinitas; nos limitaremos a algunas. El sello de un centavo de la Guayana inglesa, de 1856, debe su valor a un descuido de la administración británica, que olvido el envió de pliegos de sellos a dicha colonia, cuyo gobernador se vio obligado a hacer una tirada modesta, estampando su firma en los sellos para evitar falsificaciones. En Rusia se retiro una emisión que llevaba la efigie del zar, por considerar poco respetuoso que la figura imperial fuera hollada por el matasellos. Otra estampilla muy buscada es la brasileña para conmemorar la visita del rey Carlos de Portugal; los sellos cartográficos, con mapas, como algunos de Irlanda (Eire) y la emisión de Turquía de 1922. Otros muestran montañas, como los sellos ecuatorianos, en que aparece el Chimborazo. Los ríos son muy reproducidos, como en los sellos canadienses de 1928 como el San Lorenzo. El lago Amatitlán aparece en varios sellos de Guatemala. Entre las cascadas citaremos la emisión argentina del Iguazú. Los animales son temas favoritos; la jirafa de Nyassa; el camello en los de Touva, y el orangután en los de Borneo, son buenas muestras.
Las tiradas de los valores altos son limitadas, oscilando entre 10,000 y los 30,000 ejemplares. Hay países muy aficionados a las emisiones, como Turquía. Los valores filatélicos pueden ser enormes. El sello citado de la Guayana inglesa se ha valorado en 50,000 dólares.

3 comentarios:

  1. Los sellos como todo esta sujeto a las oscilaciones de los mercados.
    Isabel II, de España, rechazo el cancelador de parrilla y adopto el de araña, porque el primero le tapaba la cara.

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  2. Muy interesante Luis. Eres un libro de sorpresas.

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