domingo, 4 de diciembre de 2011

HISTORIA DEL CIGARRILLO


Fue definido ya por Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias como «ciertas hojas secas envueltas en otras hojas, también secas, parecidas a los petardos ... Se encienden por un extremo y se chupan por el otro ... para introducir en los pulmones ese humo con el que adormecen el cuerpo y así se embriagan».
Fue condenado por Jacobo I de Inglaterra por «repulsivo para el olfato, desagradable para la vista, peligroso para el cerebro y nocivo para los pulmones».
Se cree que la planta de tabaco, la Nicotiana tabacum, es originaria de la zona del altiplano andino y que llegó al Caribe unos 2000 ó 3000 años antes de Cristo. Cuando Colón llegó a América, la planta ya se había extendido por todo el continente y casi todas las tribus y naciones de América habían tenido contacto con el tabaco y tenían con él una relación más o menos intensa.
El 28 de octubre de 1492 fue una fecha clave en la historia del tabaco. Ese día, Colón y sus naves llegaron a la bahía de Bariay, cacicazgo de Maniabón, en la costa noreste de la isla de Cuba, al norte de la actual provincia de Holguín. «...Es aquella isla la más hermosa que ojos hayan visto...», escribiría luego Colón en su diario, impresionado por el esplendor y la variedad de colores que le ofrecía la tierra que acababa de descubrir.
Unos días más tarde Colón, como era su costumbre, mandó a dos de sus hombres, Luis de Torres y Rodrigo de Xerez, a explorar la zona circundante.
Entre los días 2 y 5 de noviembre, los dos exploradores recorren la zona próxima al lugar de desembarco y se encuentran con los habitantes de la isla, los indios taínos. Una de las cosas que más les llama la atención es ver a hombres y mujeres aspirando el humo de unos cilindros de hojas secas.

Más recientemente, los primeros cigarrillos de papel manufacturados y empaquetados llegan a España en torno a 1825; en 1833 aparecen las primeras cajetillas y es cuando se le denomina «cigarrillo» o «cigarrito», que proviene de la palabra «cigarro», llamado así por su similitud con una cigarra. Introducido por mercaderes procedentes de Brasil, prosiguió su expansión por Portugal y más tarde por toda Europa.

Se cuenta que un mendigo de Sevilla en el siglo XVI a modo de los indígenas se le ocurrió envolver el tabaco picado envuelto de papel de arroz de las colillas de los puros que tiraban, llamándose así «papelinas».
El término «cigarrillo» se usó por primera vez en algún momento indeterminado del siglo XVIII: los mendigos en Sevilla recogían del suelo las colillas que tiraban los «señoritos», y enrollaban el tabaco remanente en papel para fumarlo. La primera muestra de este hábito puede constatarse en tres pinturas de la época de Francisco de Goya: La cometa, La merienda en el Manzanares y Juego de la pelota a pala.

1 comentario:

  1. A este fumador le parece muy interesante la historia del cigarrillo, yo hace mucho que no los fumo, me pasé a la pipa ya hace bastante.
    Un abrazo.

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