Desde hace siglos los grillos, en especial, su inigualable canto ha formado parte de la cultura china. Por eso, no es raro ver a vendedores con grillos en jaulas en las calles de algunos mercados chinos, sobre todo en primavera y verano.
Está tan presente en la cultura popular de aquel país que no es raro escuchar dentro de un taxi el canto de un grillo y descubrir que del bolsillo del conductor se asoma una caja tallada en marfil en la que se encuentra encerrado el insecto.
¿De dónde se remonta aquella rara -para nosotros- costumbre? Ya era algo común durante la dinastía Tang (618-907) en el que las concubinas imperiales disponían de sus grillos en pequeñas jaulas de oro para poder colocarlos a un lado de la cama y escuchar su canto durante toda la noche. Una costumbre de la que tomó ejemplo el pueblo llano y que siguió floreciendo durante la dinastía Qing (1644-1911).
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