viernes, 1 de octubre de 2010

UN DIAMANTE GIGANTESCO

El diamante más grande del mundo resultó tan irreconocible que parecía un trozo de vidrio sucio, como observó el rey inglés Eduardo VII, quien - a decir de algunos - no le prestó la menor atención. El Culligan, nombre que se le dio al hallazgo, pesó unos 700g. lo que equivale a 3.106 quilates. Posteriormente, fue fragmentado en 105 piedras, entre ellas la célebre Estrella de África y el Culligan II, que hoy pertenece a las joyas de la corona británica.

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